Un poema de la depresión y para la depresión: "Voy en bici"
En un mundo de decisiones que a menudo se presentan como encrucijadas sin salida, me encuentro navegando por las complejidades de la vida, expresando mis pensamientos y emociones durante mi poema "Voy en bici". Este poema, lleno de metáforas y en el que me permito múltiples juegos de palabras, refleja mi profunda introspección sobre la existencia y las decisiones que enfrentamos en nuestro viaje por la vida cuotidiana.
Desde el principio del poema, establezco una sensación de desesperanza y falta de control sobre el destino, o eso pretendo. A lo largo del poema, expreso mi desilusión y resignación ante las circunstancias de la vida. Me enfrento a la tentación, reconozco las consecuencias negativas de mis errores. A pesar de mis esfuerzos por superar las heridas emocionales del pasado, siento que mis cicatrices internas siguen ardiendo, recordándome el pasado.
Al escribirlo sentí que era una gran representación de mi persona del momento y, aunque actualmente sea otro, aun siento que es una buena representación de quien fui. Espero puedan disfrutar de mis reflexiones y comprenderlas como lo que son.
Poema: "Voy en bici"
Voy en bajada,
habrá que tomar partida,
decisión a dos miradas,
habrá que seguir la vía
o me estampó contra el cruce,
está jodida está caída,
yo no le veo escapada.
Con lo poco que me luce,
volver a darme a la bebida,
no le veo mas salida
a otra decisión errada.
Con lo mucho que yo hice
para secar ya esta herida,
no me salen cicatrices,
parece que esté infectada.
Vaya cagada...
Yo ya no busco matices,
a partir de este día
todos los cielos son grises,
todas las plantas verdes
y todos los suelos son planos.
Todos los sapos son feos
y no hay princesas sin varices.
Yo ya no busco matices,
a partir de este día
todos los amigos son buenos,
todos los políticos son malos
y todos los demás... nada.
No me vuelvo a callar
ante ninguna tarada.
Todo eso que tú dices
huele como una meada,
será mejor que lo analices, monada.
Como siempre me cansé,
de que me toquen las narices,
hasta septiembre yo cante
y con lo poco que cobre
yo no creo que me dé
ni para comprar manices.
Mi vida está mal pagada.
Voy en bici, voy sin prisa
por en medio la ciudad.
Voy en brisa a toda vela.
Estoy en crisis, estoy en misa
y ya mi risa no consuela
a mi pobre dignidad.
"Donde vamos a parar!!"
en una noche cualquiera
me murmuro a mi mismo,
y es que yo no tengo abuela,
ni profesor, ni escuela,
a mí me enseñó el cinismo
de esta puta sociedad.
Yo vivo en un seísmo
entre mi amiga papela
y mi falta de humildad.
Voy a dejar la que me cela
y me compraré un espejo
para saciar mi vanidad
hasta que me haga viejo...
Pero siempre
viene un día siguiente
que te hace despertar
en tu hiriente realidad.
Vuelve el pesimismo,
te rodea el egoísmo
y, cuál luz de vela, se cuela
esa pequeña ansiedad
de tu gran responsabilidad.
Que si no hice esto,
que no he hecho lo otro,
que si me falta el resto,
y no he hecho ni un gesto
de maldita voluntad.
Que estoy que me acuesto,
me voy con lo puesto,
me encierro en un sexto,
y tiro la llave de mi oportunidad.
"¿Dónde vamos a ir a parar?"
En una noche cualquiera
Me murmuro a mí mismo
Y es que yo no tengo abuela,
ni profesor, ni escuela,
a mí me enseñó el cinismo
de esta puta sociedad.
Yo vivo en un seísmo
entre mi amiga papela
y mi falta de humildad.
Siempre volviendo a empezar
todo aquello que yo puse
tendré que volver a cantar.
Con lo poco que me luce
volver a darme a la bebida
no le veo mas salida
a otra decisión errada.
Yo ya no busco matices...
Con lo mucho que yo hice
para secar ya está herida
no me salen cicatrices
parece que esté infectada o...
¿serán varices?